12 enero, 2017
La juventud en América Latina y el Caribe
La educación y las competencias de la juventud en América Latina y el Caribe, constituyen uno de los principales agentes de crecimiento económico y de igualdad y movilidad social.
Sin embargo, la desigualdad es causa y consecuencia del acceso desigual a una educación de calidad. Con el agravante, de que, a su vez, esto interfiere en la poca participación de la juventud en América Latina, en el mercado laboral.
Para todos es conocido, que la educación es la principal fuente de adquisición de competencias. Especialmente, la educación primaria y secundaria. En ellas descansa esa adquisición de competencias.
Por ello, los organismos internacionales buscan promover el desarrollo de competencias y el acceso a educación de calidad. Están conscientes de que estas vías favorecen la inclusión de la juventud en América Latina y su participación exitosa en el mercado de trabajo.
A pesar de tales esfuerzos, el acceso de la población a la educación y las competencias continúa siendo deficiente. Además, la educación está desvinculada de las competencias requeridas por los mercados laborales. Asimismo, resulta preocupante la elevada tasa de deserción escolar a nivel de educación secundaria y los bajos índices de culminación de la educación técnica y universitaria.
Intentando superar el fracaso en materia educativa, algunos países han implementado cursos de capacitación para jóvenes. Sin embargo, es muy amplia la brecha existente entre la educación y lo que ofrecen los cursos de capacitación. Por tanto, más de 43 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años carecen de competencias para participar plenamente en el mercado laboral.
Recomendaciones para mejorar la situación educativa y laboral de la juventud en América Latina y el Caribe
Para solventar esta grave situación, la CEPAL, el CAF y la OCDE han sugerido las siguientes recomendaciones:
- Poner en marcha sistemas eficientes de recolección de datos sobre la oferta y demanda de competencias.
- Hacer cumplir estándares de calidad claros para la educación pública y privada.
- Mejorar los mecanismos para identificar a los estudiantes con bajo desempeño.
- Mejorar los mecanismos para identificar a los alumnos con problemas académicos, económicos y sociales.
- Reforzar la educación técnica y profesional invirtiendo en infraestructura, formación docente y mecanismos para identificar las necesidades del mercado laboral.
- Proporcionar instrucción sobre competencias básicas y técnicas y construir mecanismos para que pueda accederse a la educación superior.
- Flexibilizar la incorporación de estudiantes a los programas de educación superior y permitir cambios de orientación académica.