3 septiembre, 2013

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Contrato de franquicia

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Puntos claves antes de firmar un contrato de franquicia

Muchas son las facilidades que ofrece este modelo de negocios pero antes de firmar un contrato de franquicia debemos analizar que ésta no sólo brinda la solidez de un negocio que se sabe propio, aún con todos los riesgos naturales que esto implica, sino que ofrece al franquiciado una marca y un producto o servicio reconocidos y probados en el mercado

Sin embargo la elección de esta marca, producto o servicio, debe ser consciente de un análisis del entorno de mercado en el que estamos. Una franquicia no triunfa porque sí; en su camino al éxito se mezclan factores como tener buenas estructuras empresariales, comunicacionales, administrativas, contables, técnicas,  productos y servicios que generen valores reales y obviamente, solidez monetaria.

Aquí hay algunos tips que debemos considerar antes de firmar un contrato de franquicia:

Repasar el “ser negociante”

Un ejercicio de auto conocimiento siempre es necesario. Repasemos entonces nuestras capacidades y competencias, así como nuestra actitud emprendedora. Preguntémonos si tenemos la fuerza para ser empresarios; si nos gusta asumir riesgos y sobre todo si estamos dispuestos a adquirir un negocio cuyo control no vamos a tener completamente desde el inicio.

El ejercicio también implica asimilar que a fin de cuentas una franquicia está sujeta a políticas y lineamientos externos a ti. Consejo importante, es que para llevar una franquicia necesitamos paciencia, constancia y mucho trabajo.

¿Tengo los recursos?

De recursos hablamos de solvencia económica y tiempo, ambos de vital importancia para un nuevo negocio. Dependiendo de cuánto tengamos sabremos qué tipo de negocio podemos aspirar, y si éste da el flujo que esperamos. Y en cuanto al tiempo real que tengamos para nuestro negocio, sabremos cuán mejor podremos ubicarlo.

Ubicar nuestro concepto

La elección de un negocio de franquicia debe nacer de un gusto personal. Por eso es necesario definir qué nos gusta, para qué somos buenos y en qué negocio queremos invertir recursos. De acuerdo a las respuestas de este “test” personal, buscaremos conceptos con los que nos sintamos identificados y que nos llenen de orgullo.

De la búsqueda de conceptos escogemos opciones de negocios, que decantaremos por un nuevo examen de consciencia de cuál es la mejor opción basada en: cantidad de recursos, capacidades y competencias. Cuidemos igualmente de no engañarnos y con quedarnos desesperadamente con la primera opción que se te presente.

¿Quiénes están detrás de la marca que escogimos?

Luego de tener un concepto definido, es necesario saber quiénes son las personas que manejan la franquicia que tendremos; cuáles son sus valores y qué tanto te identificas con ellos. Esa relación que se espera dure muchos años, se basará en la confianza y el profesionalismo. Verifica entonces qué tanta química o empatía tienes con esas personas, puesto que tu dinero y tiempo estarán invertidos ahí con los de esas personas.

De la inversión

Las ventas de un negocio no siempre arrancan desde el comienzo, sino poco a poco, hasta que llega un segundo o tercer mes, donde existe un equilibrio económico. Teniendo esto en mente no te desesperes si el monto de la inversión inicial no retorna de forma fácil en un comienzo, pues es un proceso donde inicialmente la franquicia no puede garantizar los números de un futuro, pero que con el tiempo se verán los resultados. Es necesario entonces analizar el flujo de efectivo que vas a requerir y otras variables para elaborar tus indicadores financieros.

Otro punto es el estar consciente de que la franquicia muchas veces no abre en la fecha esperada, aun cuando el alquiler del local siga corriendo.

¿Dónde está ubicada tu franquicia?

El éxito de un negocio de franquicia depende muchísimo de la ubicación física del mismo. Antes que nada debes definir, de acuerdo a tu modelo de franquicia, la zona y el tamaño del local que mejor le convengan a tu marca.

La elección del lugar o zona potencial para tu franquicia debe estar basada en tres factores fundamentales:

a)    Cómo es el cliente final del negocio y en qué zonas habita

b)    Cómo es la competencia (si deseas estar en lugares donde no hayan negocios de tu tipo, o si éste es muy específico, estar al lado de otros competidores)

c)    Condiciones físicas del local de tu franquicia y sus necesidades, traducidas en necesidades económicas.

La marca de una franquicia no lo es todo

Una franquicia ofrece muchas posibilidades y un sinfín de beneficios, pero igualmente no deja de ser un negocio en el que el trabajo duro y constante resulta vital. Esto es una enseñanza, puesto que se tiende a pensar que con una marca se nos van a resolver todas las ventas.

Quizás seas tú el que tenga más trabajo, y no tus empleados. El franquiciante nos acompañará a construir el negocio hasta cierto punto; instruyéndonos con su soporte y asistencia técnica sobre cómo manejar la marca, pero luego de construida, seremos nosotros lo que tengamos toda la responsabilidad del negocio. Es importante tener en cuenta que a mayor capacitación, soporte y asistencia nos ofrezca el franquiciante, mayor será el costo.

La comunicación como punto vital

Tus expectativas y las del dueño de la franquicia deben ser comunicadas siempre. Muchos problemas devienen de una mala comunicación entre estas partes.

En esa comunicación hay que dejar en claro qué se puede esperar el uno del otro, hasta dónde llegan las expectativas en cuanto al negocio y sobre todo saber y entender que hay una distinción entre los negocios y la amistad.

Entre otros consejos relacionados a la comunicación, hay que evitar dejar las cosas por sentado, sino explicadas y confirmadas por correo electrónico si es preciso. Igualmente saber que la relación con el dueño de la franquicia tiene un mismo objetivo, y es el de que ambos ganen por igual.

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